Hay un misterioso sustrato único de la existencia.
Lo llamo “Ser”.
Pero también hay una causa de la diversidad.
Aunque fuera sólo “aparente” (¿qué significa esto? Lo aparente, aunque no autosustentante, también es real)
Es igualmente misteriosa.
La llamo “Dios”.
Son las dos caras de una misma moneda.
O las dos monedas de una misma cara.
La razón sólo puede comprenderlas alternativamente.(Ana, Argentina, 1950)