Dios está todo entero en cada parte de Sí Mismo. (Los 24 Filósofos, Toledo, s. XIII)
Dios es inespacial e indivisible. Dios sería el verdadero «átomo», si nos atenemos a la etimología de esta palabra («No divisible»)! Por eso no se lo puede «dividir en pedacitos», y en tanto Ser, fundamento de la existencia de todo lo existente, está todo entero en todas partes, incluso, y esto es lo más interesante y transformador si logras tomar conciencia de ello, dentro de ti mismo.
No olvidemos que las afirmaciones referidas a lo Absoluto (Dios) no se rigen por las mismas reglas que las referidas a este mundo de lo relativo en el que lo Absoluto se manifiesta con cualidades y determinaciones, y por ello suenan a menudo paradójicas. La Totalidad no se rige por las mismas leyes que las partes. Las partes por definición, se constituyen como externas unas de otras. El Ser está todo entero en todas.
Imagen: Sagrada Familia (Barcelona)