Mâyâ (el Universo Manifestado) no es ilusión: Mâyâ es Magia. Lo ilusorio es suponer que Mâyâ se sostiene por sí misma.
En general se traduce el concepto advaita de «mâyâ» por «ilusión», entendiendo que este mundo fenoménico, este mundo manifestado, es una ilusión, o sea no es real. En primer lugar, resulta paradójico señalar algo y decir que no es «real». Las orquídeas, los gatos, los árboles, la mesa, el ordenador, mi cuerpo… no son «reales»?
Entiendo que son reales, en este nivel espacio-temporal. Pero sucede el fenómeno, bien señalado por todos los pensadores advaita, de que todo lo que existe espacio-temporalmente, es efímero, transitorio, termina por desaparecer.
Esto, a mi entender, no significa que sean «ilusorios», sino más bien que no contienen en sí la causa de su propia existencia. O sea, lo ilusorio es suponer que llevan en sí la causa de su propia existencia, que sean autónomos, que se sostengan a sí mismos.
Me parece mucho más adecuada la traducción de «mâyâ», por «magia», versión que además de ser mucho más adecuada a su etimología, nos remite al Gran Mago causante de toda esta magia.
Cómo lo ves tú?
Magia sería comprobar que existimos, en lugar de otra cosa.
¿Pero qué «otra cosa»?
¿Qué alternativa tenemos sino existir?
¿No es maravilloso darse cuenta, en el momento presente, de que somos parte de la Eternidad y que no es posible un «sería» un «debería» o un «habría»
Dios nos da la Eternidad y el Infinito a través de las cosas cotidianas y es nuestra decisión el interpretarlas o ignorarlas.
También creo que tenemos que entender que formamos parte de un juego de magia, en el que nadie gana ni nadie pierde, simplemente cumplimos con nuestro rol y después nos vamos.
La magia, para mi, no se trata de «algo sorprendente» sino, de comprobar que algo me sorprende.
Por cierto!!!
Paz, luz y un abrazo enorme!!!