«PENSAR EN DIOS NO ES ENCONTRARLO COMO UN OBJETO EN NUESTRA MENTE, SINO ENCONTRARNOS A NOSOTROS MISMOS EN ÉL.» (Abraham Jeoschua Heschel, Polonia, s. xx)
La definición de Dios que más me atrae es la que da Baruj Spinoza cuando lo describe como el origen de todo lo que existe ante nuestros sentidos y es la única esencia existente, una sustancia no creada y eterna con atributos infinitos. A efectos prácticos dice, “Dios es la naturaleza y se manifiesta más claramente en los seres vivos o, simplificando, Dios es todo en todos”.
La ciencia no puede definir ni demostrar la existencia de Dios, pero tampoco tiene argumentos para cuestionarla. La ciencia no es capaz de explicar todo; se basa en supuestas certezas, como las que se obtienen con la observación, los razonamientos, las hipótesis, la experimentación, y la reproducibilidad, pero no alcanza a explicar las principales preguntas existenciales, como el sentido de la vida. Tampoco puede responder a los interrogantes vitales fundamentales como el “porqué”, que ya hemos visto en el capítulo anterior.
Hoy en día muchos científicos reconocen que no hay conflicto entre Ciencia y Espiritualidad; ambas se complementan, porque también tenemos la necesidad de recorrer el camino interior para descubrir la esencia de nuestro ser, como un compromiso vivencial superador de lo puramente material.
Mucha gente busca a Dios afuera y no está mal porque creo que está en cada elemento de la Naturaleza; pero no hace falta mirar lejos, porque como totalidad de este Universo también está dentro nuestro, somos cada uno de nosotros en primera persona.
No es necesario buscarlo afuera. Somos tú y yo.
Dios es y está en la conciencia de cada uno. Cómo hallarlo? Pienso que los sentidos no alcanzan, la búsqueda es un sentir, está en nuestro interior, por eso si sólo pensamos como científicos no lo vamos a encontrar nunca. (Jorge)
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Mucha gente se desespera, y muchas religiones lo fomentan, por encontrar un Dios-objeto, visible, señalable, perceptible por los sentidos o definible por la razón. Y al seguir estos caminos, sucede que nunca Lo encuentran, determinando que no existe. Nunca encontraremos a Dios como objeto ni de nuestros sentidos ni de nuestra mente, por varios motivos.
- Si Dios fuera un objeto -ya sea material o mental- sería ipso facto algo limitado, con un comienzo y un fin, y no podría por lo tanto, ser la causa de todo lo existente, que es como define a Dios cualquier Espiritualidad Holística.
- Dios no es un objeto, sino aquello que hace ser a todos los objetos, sean cuales fueren. Creer que un objeto limitado pueda dar origen a todo el Universo es lo que, propiamente, se denomina “idolatría”.
- Ser objeto es aparecer en el campo de una conciencia. Pero la conciencia perceptora en sí nunca se percibe a sí misma, pues es sujeto y no objeto.
- Dios es la subjetividad de todo sujeto, o sea, el Testigo, el Observador, el Perceptor, el Campo en el que surge cualquier objeto posible.
- El “click”, el giro copernicano que debemos hacer, es vernos a nosotros mismos como objetos dentro de la mente de Dios.
- Nuestro cuerpo-mente-personalidad, o sea nuestra parte cualificada, es objetiva, y como tal, tiene en Dios el fundamento de su existencia.
- Nuestra yoidad perceptora, o sea nuestra parte indeterminada, sin cualidades, es, propiamente, nuestra parte divina, la “sagrada nada” sin partes, y por lo tanto, Dios mismo.
- La “iluminación” no consiste en encontrar a Dios en algún lado, en el bosón de Higgs o donde sea, sino en darnos cuenta de que ya y desde siempre, somos en Dios. (Ana)
IMAGEN: Humano-Divino», Jeff Angelo.
Mucha gente dice no creer en Dios porque existe mucha injusticia en el mundo. Pienso que el mayor problema reside en la idea antropomórfica de Dios que han creado las religiones. Yo mismo sentía que nombrar a Dios era sinónimo de ñoñería. La gente no habla de Dios en las calles, en las oficinas, en las canchas de fútbol (hablan de otro, por lo menos aquí en Argentina) o en los talleres mecánicos.
Dios es la existencia misma y todo lo que sucede en este mundo es un cuento chino que nosotros inventamos! Aún las catástrofes naturales son la expresión de la existencia de un orden superior a nuestro entendimiento.
Gracias Jorge, gracias Ana!
Abrazos!!!