La Separatividad, con todo, es lo que permite el Encuentro. Este no sería posible sin ella. Ambos son productos de la Unidad. Quedarse en la Unidad equivale a la Nada abstracta. Quedarse en la Separatividad produce sufrimiento. El Encuentro incluye y supera ambos momentos.
En el Encuentro, la Unidad se reconoce como Diversidad y la Diversidad se reconoce como Unidad, y el resultado es el Éxtasis.