«Cuando caes en la cuenta de que tu verdadero ser es la conciencia, entonces tu cuerpo-mente se transforma en un instrumento de la conciencia, en un servidor de lo Absoluto.» (Francis Lucille, Francia, 1944)
Despierta a lo que ya eres y sabrás tu camino en la vida.
Ya no te correspondo, cuerpo. Mi tristeza te ha derrotado con la única arma que puede vencer a las inclemencias de la carne, lo abstruso. Mi yo, entre el deber a la materia y huir de sus exigencias, ha decidido cobijarse en donde los reclamos tañen fatuos. No ser más un desdichado portador de conciencia prisionero por las apetencias de lo insustancial.
Despojado de todo, asumo el control mineral del anonimato. Esta tristeza me aleja hasta del pesar; y el desacato me redime a la piedra, o mejor aún a la partícula más ignota e invisible.
Con la tristeza presencio mi propio olvido. Pero no arrastro decepción ni estoy en búsqueda de vanidad o de estima. Ella, incorporada a mi biografía, es el anuncio de la conquista. Un trofeo ante la perfidia de lo absoluto y la conciencia infortunada del hombre. Encuentro en ella el resguardo a la sensación de nulidad. Omite ser protagonista de mi tragedia y asumir la sensatez de aceptarla. Ya no me duele la agonía de haber perdido la identidad de la simulación humana. Más, celebro haberla transmutado sin necesidad de subvertirla a valores de regateo y compensación en el juego con la utopía.
Tampoco asumo la prosecución de las quimeras o el aliento del consuelo. El despojo de la imaginación cotidiana también me cercena la tendencia de animar el sentido de la existencia. Pierdo la subjetividad en el destino al deambular de regreso a lo ignorado.
Hola Jorge!
Desde el punto de vista metafísico, creo que se pueden distinguir tres niveles de tu ser en tus palabras:
1) La simulación humana (el ego psico-físico)
2) la subjetividad (la conciencia aparentemente individual)
3)Lo ignorado adonde se regresa (la conciencia única universal)
Como lo ha demostrado la Física Cuántica, la materia no existe como algo sólido e inerte. Todo es como una gigantesca trama de información.
Huir de unas y teñir las otras de tristeza es una elección posible, desde tu ser conciencia única que es libre.
Pero nos ha sido regalado un MUNDO. Yo elijo disfrutar de él.
Abrazo afectuoso!!!