He de detenerme en el hombre. Ese ser lanzado a una aventura sin sentido conocido. A quien se le dio una conciencia para que su martirio no cesara. Lo persiguiera mientras sus ojos permanezcan abiertos. La noche, además de ser hecha para evidenciar los cadáveres cósmicos deambulando por el Universo, es el único momento en que el hombre se sacude de encima el martirologio que lo rodea. ¡Cuánto temple o cuánto temor debió atesorar este hombre para prolongar sus días sin recurrir al suicidio! Si la historia sirvió para algo fue para demostrar este sufrimiento del hombre, para hacer patente esta proeza de pertenecer al mismo dictado que conlleva lo orgánico con lo espiritual. Ya documentado desde tantos milenios la prosecución de su esfuerzo, de permanecer a pesar de todas las tragedias que diariamente observa el mundo, sólo le queda la vuelta a la reflexión sobre su sentido existencial. Entonces, asimilará que no ha habido en la naturaleza criatura más fiel y obcecada. Que se ha sobrepuesto a su conformación y a su precaria conciencia. ¿Pero habrá sido sólo temple y sacrificio, o también el temor impuesto desde el conocimiento de su finitud? ¿Por qué nó la esperanza acariciada desde su conciencia limitada? La fe, el dolor y el conocimiento han sido parte integrante de la prosecución terrenal del hombre. De estos tres entes el dolor ocupa el vértice que ha movido a la fe y al conocimiento.
el paradigma o visión del mundo que sólo considera real lo relativo, lo cambiante o perecedero, cae inevitablemente en el absurdo o sin sentido de la vida.
Sólo cuando se le agrega la «pata» de lo Absoluto, del Ser mismo o Existencia, se transforma esta vida en un juego o celebración.
La misma búsqueda de sentido por parte del ser humano revela su conexión con lo Absoluto, que no se contenta con medias tintas.
Paz y luz!
eduardo
13 days ago
SOLO EN CONTACTO CON NUESTRO ESPIRITU INTERIOR; O sea, que el pasaje a la inmortalidad es darnos cuenta AQUÍ Y AHORA de que ya somos inmortales y al dejar Nuestro Cuerpo?,,Transmutamos a la Dimension Infinita de Integrarnos al Cuerpo y Espiritu Divino!!
Tal cual! AQsí interpreto yo también la respuesta de Dios.
Paz y luz!
Jorge Trainini
13 days ago
Estoy convencido, y trato de que mis acciones se hallen en consonancia, con entender que el sufrimiento singular es intransferible y que debo responder con estoicidad transformándolo en consuelo, solidaridad y afecto hacia el prójimo. Si algo aprendí de transitar por esta vida es saber que la misma es un acto moral y ético hacia todos los demás sin establecer diferencia alguna, como asimismo hacia todo lo no humano que nos cobija. Más, creo que este propósito es el que nos puede hacer ingresar a lo espiritual. En este pensamiento no hay mérito, solo sendero.
«Entender que el sufrimiento singular es intransferible y que debo responder con estoicidad transformándolo en consuelo, solidaridad y afecto hacia el prójimo.»
Es la magia del Alquimista, que buscaba transformar el plomo en oro, metáfora de la transmutación de su propia humanidad, en el sentido de lo que afirmás.
Es hermoso lo que decís, Jorge, y me consta que realmente lo llevas a la práctica.
Es el sendero del Servicio, que siguen muchas órdenes monásticas cristianas y budistas.
Hacia lo humano y hacia lo no humano,como bien dices.
Aunque no salen en las noticias, mucha gente está trabajando en el servicio.
Como decía Facundo Cabral, «una bomba hace mucho ruido,pero mil caricias no hacen ninguno».
Paz, luz y bendiciones en tu camino.
Jorge Trainini
14 days ago
¿Cuál es la diferencia entre materia y hombre? Entre ambas está la razón. A veces me olvido y tomo el disfraz de materia-hombre. Hago cosas normales y amo lo que hago. Cuando el hombre se antepone, arrastro mi condición como una carga, inútil y pesada. Incomprensible. Artera, perjudicial. Qué tengo que ver con el mineral que se pudre dentro de mí, como un salteador que espera conquistar su presa. En última instancia sé que esta materia permitirá que escuche mi última vibración.
Un día ya no seré un intervalo, y poco después tampoco un recuerdo. Lo más terrible es que para continuar necesite por lo menos otra conciencia que me prolongue. Que me admita luego de la emoción, aunque sea solamente en la memoria.
Intento escribir. Lo hago sin poder plasmar mi realidad. La que veo. Me desespero con esta herramienta que tiene la constancia de un náufrago. Sabiendo que es el único madero que me mantiene vigente hace que espere un encuentro con una persona que sea mi espejo, para poder observarme externo. Hay incomprensión en mí al contemplar a la gente consumiendo lo cotidiano, inadvertida de lo temporal de estar y ser. Creo que una amnesia colectiva oculta el paisaje y la propia historia. Nubla la conciencia para arrancarse una sonrisa casi continua. Por eso piensa que las lágrimas son un fracaso; en realidad ellas llegan en el momento de comprensión más sublime del ser.
He de detenerme en el hombre. Ese ser lanzado a una aventura sin sentido conocido. A quien se le dio una conciencia para que su martirio no cesara. Lo persiguiera mientras sus ojos permanezcan abiertos. La noche, además de ser hecha para evidenciar los cadáveres cósmicos deambulando por el Universo, es el único momento en que el hombre se sacude de encima el martirologio que lo rodea. ¡Cuánto temple o cuánto temor debió atesorar este hombre para prolongar sus días sin recurrir al suicidio! Si la historia sirvió para algo fue para demostrar este sufrimiento del hombre, para hacer patente esta proeza de pertenecer al mismo dictado que conlleva lo orgánico con lo espiritual. Ya documentado desde tantos milenios la prosecución de su esfuerzo, de permanecer a pesar de todas las tragedias que diariamente observa el mundo, sólo le queda la vuelta a la reflexión sobre su sentido existencial. Entonces, asimilará que no ha habido en la naturaleza criatura más fiel y obcecada. Que se ha sobrepuesto a su conformación y a su precaria conciencia. ¿Pero habrá sido sólo temple y sacrificio, o también el temor impuesto desde el conocimiento de su finitud? ¿Por qué nó la esperanza acariciada desde su conciencia limitada? La fe, el dolor y el conocimiento han sido parte integrante de la prosecución terrenal del hombre. De estos tres entes el dolor ocupa el vértice que ha movido a la fe y al conocimiento.
Querido Jorge,
el paradigma o visión del mundo que sólo considera real lo relativo, lo cambiante o perecedero, cae inevitablemente en el absurdo o sin sentido de la vida.
Sólo cuando se le agrega la «pata» de lo Absoluto, del Ser mismo o Existencia, se transforma esta vida en un juego o celebración.
La misma búsqueda de sentido por parte del ser humano revela su conexión con lo Absoluto, que no se contenta con medias tintas.
Paz y luz!
SOLO EN CONTACTO CON NUESTRO ESPIRITU INTERIOR; O sea, que el pasaje a la inmortalidad es darnos cuenta AQUÍ Y AHORA de que ya somos inmortales y al dejar Nuestro Cuerpo?,,Transmutamos a la Dimension Infinita de Integrarnos al Cuerpo y Espiritu Divino!!
Tal cual! AQsí interpreto yo también la respuesta de Dios.
Paz y luz!
Estoy convencido, y trato de que mis acciones se hallen en consonancia, con entender que el sufrimiento singular es intransferible y que debo responder con estoicidad transformándolo en consuelo, solidaridad y afecto hacia el prójimo. Si algo aprendí de transitar por esta vida es saber que la misma es un acto moral y ético hacia todos los demás sin establecer diferencia alguna, como asimismo hacia todo lo no humano que nos cobija. Más, creo que este propósito es el que nos puede hacer ingresar a lo espiritual. En este pensamiento no hay mérito, solo sendero.
«Entender que el sufrimiento singular es intransferible y que debo responder con estoicidad transformándolo en consuelo, solidaridad y afecto hacia el prójimo.»
Es la magia del Alquimista, que buscaba transformar el plomo en oro, metáfora de la transmutación de su propia humanidad, en el sentido de lo que afirmás.
Es hermoso lo que decís, Jorge, y me consta que realmente lo llevas a la práctica.
Es el sendero del Servicio, que siguen muchas órdenes monásticas cristianas y budistas.
Hacia lo humano y hacia lo no humano,como bien dices.
Aunque no salen en las noticias, mucha gente está trabajando en el servicio.
Como decía Facundo Cabral, «una bomba hace mucho ruido,pero mil caricias no hacen ninguno».
Paz, luz y bendiciones en tu camino.
¿Cuál es la diferencia entre materia y hombre? Entre ambas está la razón. A veces me olvido y tomo el disfraz de materia-hombre. Hago cosas normales y amo lo que hago. Cuando el hombre se antepone, arrastro mi condición como una carga, inútil y pesada. Incomprensible. Artera, perjudicial. Qué tengo que ver con el mineral que se pudre dentro de mí, como un salteador que espera conquistar su presa. En última instancia sé que esta materia permitirá que escuche mi última vibración.
Un día ya no seré un intervalo, y poco después tampoco un recuerdo. Lo más terrible es que para continuar necesite por lo menos otra conciencia que me prolongue. Que me admita luego de la emoción, aunque sea solamente en la memoria.
Intento escribir. Lo hago sin poder plasmar mi realidad. La que veo. Me desespero con esta herramienta que tiene la constancia de un náufrago. Sabiendo que es el único madero que me mantiene vigente hace que espere un encuentro con una persona que sea mi espejo, para poder observarme externo. Hay incomprensión en mí al contemplar a la gente consumiendo lo cotidiano, inadvertida de lo temporal de estar y ser. Creo que una amnesia colectiva oculta el paisaje y la propia historia. Nubla la conciencia para arrancarse una sonrisa casi continua. Por eso piensa que las lágrimas son un fracaso; en realidad ellas llegan en el momento de comprensión más sublime del ser.
Querido Jorge,
Sinceramente creo que el único remedio para tu emergencia espiritual, si lo deseas, es la antiquísima filosofía del Advaita-Vedânta.
Paz y luz!