“En el viaje interno del alma, nos encontramos con un Dios que interactúa con nuestro YO más profundo (…) Es precisamente este dar-y-recibir que torna a Dios como Amante tan Real.”
Y la respiración puede ser vista como un símbolo de este dar-y-recibir con el Universo. Los sufíes (místicos del Islam) se refieren a Dios como «el Amado».
Cuando, en ocasión de lo que sería su última enfermedad, un amigo fue a desearle a Rumi una pronta recuperación, el Maestro le contestó:
«Cuando entre el Amante y el Amado no hay más que una delgada camisa de crin , cómo no deseas que la luz se una a la luz? Nuestra muerte es nuestra boda con la eternidad.»(Rumi, Persia, 1207-1273)
Cómo lo ves vos?
IMAGEN: Jesus and the end
La muerte no es más que una bendición. Es lo que nos va a permitir reunirnos con Dios como en el Principio de todas las cosas Es encontrarse con el Amado desde esa Filosofía porque todo lo que damos en un momento de nuestras vidas vuelve en la Presencia Divina, en el Creador
Gracias Julia por tus palabras tan reconfortantes!Es ver la vida con sentido. Grcias!
Busco que la luz se una a la luz sin esperar que el cuerpo físico nos deje, y que esa boda con la eternidad sea un renacer constante en esta experiencia humana, y desde ahí caminar…Eternidad e Infinito…:)
Acabás de enunciar la meta de todo místico… Unir la luz con la luz y a partir de allí «dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios», o sea, disfrutar y actuar para aportar creativa y amorosamente a este mundo según valores acordes al Plan Divino, pero habitando el lugar de la Luz.