“Predestinación y elección, los poderes objetivos y los subjetivos, el destino y la libertad, se cruzan en el amor.» (Lucas Leonardo Volpe, Argentina, 1986)
La Razón clasifica la Realidad y la divide en opuestos: verdadero/ falso, blanco/negro, joven/anciano, yo/los demás, o como señala aquí Leonardo, destino vs. libertad, sujeto vs. objeto.
El Amor, como potencia superadora, integradora de la Dualidad, tendría entonces no sólo una significación del amor romántico o de pareja, sino una dimensión metafísica de vuelta a la Unidad, enriqueciéndola desde la Dualidad.
Cómo lo ves tú?
IMAGEN: Krshna, Uno y Múltiple, danzando con las Gopis (almas individuales)
El amor supera las diferencias
El Ser vuelve a su origen a través del Amor
y se permite estar en Paz
Qué hermoso Julia!
Y cuán grande el poder del Amor…
Cuándo lo aprenderemos?…
La consciencia nos ayuda a interpretarnos como actores y testigos de este plano material, y nuestra empatía (Amor) con lo que existe es el motor para que todo fluya en armonía.
Ser afines a Dios, sería el camino, según mi entender, claro está.
Conciencia y Amor: las dos claves para que todo fluya en armonía! Amén!
Gracias Rubén!
El amor la fuerza necesaria para que tenga lugar una triangulación que nos revele nuevos contextos de aprendizaje que produzcan saltos en la inteligencia planetaria.
A qué te referís con «triangulación»?
Desde la base del yo formado mediante una percepción dual y lineal ( consecuencia de un paradigma y una educación que a él responde) este se presenta como una consciencia focalizada que acepta naturalmente un opuesto frente a sí, tiene necesidad de un centro y el opuesto organiza al centro. La aparación de un tercer polo desencadena inestabilidad, apertura,
movimiento indefinido, fluidez, circulación y, por lo tanto, una menor
tensión. Este tercer polo no puede ser ubicado como un opuesto frente a sí. Esta triangulación trasciende el modo binario de procesamiento. El Yo deja de estar polarizado. Buen día! 🙂
Eso que acabas de decir es exactamente la definición de «yo psico-físico», «yo chiquito» o «personalidad»: un «desde aquí» que requiere un otro diferente frente a sí.
Dios sería el único interlocutor que es a la vez igual y diferente a mí mismo.
No sé si eso es lo que quisite decir con «tercer polo»?
Sí, el tercer polo es una invitación, una apertura a esa trascendencia…
Así es, la invitación está siempre ahí, disponible…