Es como el juego de las muñecas rusas, una dentro de la otra. De la misma manera el buscador averigua a Dios dentro de sí mismo y cuando cree haberlo encontrado, se da cuenta de que tiene que seguir indagando y así ad infinitum. Aquellos que, en la historia, levantaron la última muñeca rusa, habrán encontrado una semilla…
Soy yo el buscado y asi infinitamente , mientras me acerco a la Divinidad a través de un solo camino: el AMOR
Es como el juego de las muñecas rusas, una dentro de la otra. De la misma manera el buscador averigua a Dios dentro de sí mismo y cuando cree haberlo encontrado, se da cuenta de que tiene que seguir indagando y así ad infinitum. Aquellos que, en la historia, levantaron la última muñeca rusa, habrán encontrado una semilla…
Pero es que justamente, para mí el aforismo dice que el juego se detiene cuando el buscador se da cuenta de que él mismo es lo que estaba buscando.