Oh gota, entrégate sin lamento,
Y recibe a cambio el Océano.
Escucha, oh gota, concédete ese honor,
Y sé salva en los brazos del Mar.
¿Quién por cierto fuera tan afortunado?
¡Un océano cortejando a una gota!
¡Por Dios, por Dios, vende y compra de una vez! Concede una gota, y recibe este Mar lleno de perlas.
(Rumi, Persia, 1207-1273)(El Masnavi [IV, 2619-2622])