
Envejecer revela u oculta
El misterio de la existencia.
Si te estás volviendo sabio,
Crecerás en fe y en contentamiento.
Descubrirás la luz
de las verdades más profundas de la vida.
Si solamente estás envejeciendo,
Quedarás atrapado en los miedos y en las frustraciones.
Verás sólo la oscuridad
De las limitaciones y de la muerte.
La gran tarea del sabio
Es aprender a mirar en la oscuridad
Y no tener miedo.
Al envejecer, todos enfrentamos
La siguiente disyuntiva básica:
O nos volvemos sabios,
Cosechando la esencia espiritual de nuestras vidas
Tornándonos bendición para las generaciones futuras.
O simplemente envejecemos, nos retiramos,
Nos acovachamos Y esperamos el final. (William Martin, EEUU, 1945)
Envejecer no depende de la edad cronológica, nuestra ancianidad comienza cuando tenemos más lamentos que sueños, más anécdotas que objetivos y más miedos que esperanzas.
Alguien dijo que envejecemos cuando nos acostamos con quejas y nos levantamos sin proyectos.
Vivamos la vejez como un gran privilegio. No todos tienen la dicha de llegar a viejos.