Buenas tardes, perdón por haber reenviado el correo…muchas gracias por su comentario.
Creo, como expresa Jesús, ser sal….esta sustancia cuando se incorpora a la comida, desaparece a nuestros ojos, pero se percibe su presencia al saborear el alimento…. trato humildemente, no es fácil, ser sal en mi familia, en mi trabajo, en donde me toque caminar. Lo que realmente importa, es revelar la presencia de Dios y nosotros abajarnos….hasta desaparecer…..y no prevalecer…..
Bendecido fin de semana.
Hola Gerardo, como siempre, un gusto leerte. Gracias por tus aportes, que constituyen un bálsamo en estos tiempos tumultuosos.
P.S.: No entiando lo del reenvío del correo?
Paz y luz!
GERARDO CARLOS FILIPPA
1 year ago
Buenas tardes. La existencia de Dios es una realidad inocultable. Dios ES, no fue ni será, no tiene tiempo. En nuestra cotidianeidad, convivimos con nuestro Creador. El, Todopoderoso, insuperable en amor, realizó la creación, de manera perfecta, única, y su obra podríamos decir máxima, es el hombre y la mujer. Del barro, del humus, nos «amasó», nos modeló y lo maravilloso, sopló el hálito de vida, haciéndonos a su imagen y semejanza. Imaginemos un instante esta frase… somos imagen y semejanzas de Dios. Dios cuando pensó la creación, también nos incluyó a cada persona, sólo porque nos ama. En realidad, el ser humano en el contexto de la creación, somos insignificantes, quizás prescindibles; pero esto se contrapone a la esencia de Dios, que nos ama entrañablemente, es paciente, y derrocha MISERICORDIA. El desafío que cada día me propongo es descubrir a la Santísima Trinidad en mi próximo (prójimo), especialmente en el que no cree, el que me genera perturbación, el que no tuvo una buena acción…es más sencillo hallarlo en las personas santas, en nuestros seres queridos…lo complicado humanamente es lo primero. Dios, es omnipresente. Lo reconozco en el mar que me acompaña cuando me dirijo a mi trabajo, en las aves que revolotean por el cielo multicolor de mi tierra patagónica, en el pensamiento que germino en un rinconcito entre piedras y expone toda su belleza, en el viento que nos asola muchos días, en los pacientes, algunos muy intolerantes por sus padecimientos otros más dóciles…en estas personas percibo que es el mismo Cristo que me reclama humildad y caridad. Somos como cita el profeta vasijas de barro, pero lo importante no es negar lo que somos, sino dejar llenar nuestra vasija del Todo, de Dios, y servir, porque en definitiva nuestra vida es un suspiro, y nuestra es fin es pasar (no quedarnos quietos) haciendo el bien, cual lo hizo Jesús (Hch 10 34-38). Cada día le pido a Dios despojarme de mis falsas seguridades, vanidades y anonadarme, hacerme más pequeño, para que El prevalezca en mí, siendo yo sólo un instrumento para su servicio. Perdón si me extendí mucho. Bendecido fin de semana.
Releo tu comentario y me resalta esa intención tuya de práctica espiritual de encontrar a la Santísima Trinidad en todos, especialmente en los que nos generan perturabación: qué loable y qué buena propuesta accesible para todos!!!! Y qué provechosa sería para la convivencia pacífica tan deseable de todos con todos…
Tambi+en comparto tu amor por la Patagonia: viví 7 años en Esquel, y siempre lo extraño!
Abrazo gigante, paz y luz!
GERARDO CARLOS FILIPPA
1 year ago
Buenas tardes. La existencia de Dios es una realidad inocultable. Dios ES, no fue ni será, no tiene tiempo. En nuestra cotidianeidad, convivimos con nuestro Creador. El, Todopoderoso, insuperable en amor, realizó la creación, de manera perfecta, única, y su obra prodríamos decir máxima, es el hombre y la mujer. Del barro, del humus, nos «amasó», nos modeló y lo maravilloso, sopló el hálito de vida, haciéndonos a su imagen y semejanza. Imaginemos un instante esta frase… somos imagen y semejanzas de Dios. Dios cuando pensó la creación, también nos incluyó a cada persona, sólo porque nos ama. En realidad el ser humano en el contexto de la creación, somos insignificantes, quizás prescindibles; pero esto se contrapone a la esencia de Dios, que nos ama entrañablemente, es paciente, y derrocha MISERICORDIA. El desafío que cada día me propongo es descubrir a la Santísima Trinidad en mi próximo (prójimo), especialmente en el que no cree, el que me genera perturbación, el que no tuvo una buena acción…es más sencillo hallarlo en las personas santas, en nuestros seres queridos…lo complicado humanamente es lo primero. Dios, es omnipresente. Lo reconozco en el mar que me acompaña cuando me dirijo a mi trabajo, en las aves que revolotean por el cielo multicolor de mi tierra patagónica, en el pensamiento que germino en un rinconcito entre piedras y expone toda su belleza, en el viento que nos asola muchos días, en los pacientes, algunos muy intolerantes por sus padecimientos otros más dóciles…en estas personas percibo que es el mismo Cristo que me reclama humildad y caridad. Somos como cita el profeta vasijas de barro, pero lo importante no es negar lo que somos, sino dejar llenar nuestra vasija del Todo, de Dios, y servir, porque en definitiva nuestra vida es un suspiro, y nuestra es fin es pasar (no quedarnos quietos) haciendo el bien, cual lo hizo Jesús (Hch 10 34-38). Cada día le pido a Dios despojarme de mis falsas seguridades, vanidades y anonadarme, hacerme más pequeño, para que El prevalezca en mi, siendo yo sólo un instrumento para su servicio. Perdón si me extendí mucho. Bendecido fin de semana.
Hola Gerardo!
Gracias por tu comentario!
Estoy feliz de que este sitio se pueda constituir como un lugar en el que podamos hablar libre, respetuosa y amorosamente de las grandes cuestiones existenciales: Dios, la Conciencia, el Sentido de la Vida, el misterio de la Muerte, el Bien y el Mal, el Prójimo, los Místicos, los Profetas y los Artistas. Comparto tu alegría de ver a Dios en todas las cosas.
«Dios en el Levante, Dios en el Poniente… Adonde giro mi mirada, veo los rostros de Dios!» (Corán)
Paz y luz y excelente fin de semana!!!
Rubén Osvaldo Fernández
1 year ago
Dios está por todas partes y nosotros, nadando en la abundancia de Dios, corremos en todas direcciones, chocándonos como ratones ciegos en una jaula.
La cosa es aquí y ahora, en ese lugar de nosotros, que sentimos como nuestra casa en nosotros mismos, ese lugar apacible que nos cobija de la locura del mundo y donde somos uno con la Presencia.
Juguemos el juego del mundo, que es lo que nos toca, mientras las voces callan y gritan: Dios!
Querido Rubén,
Qué placer leer esta reflexión; describe exactamente ese lugar del cual habla Meister Eckhart: «en el lugar donde me encuentro conmigo mismo, en ese mismo lugar me encuentro con Dios.» (cito de memoria). Y como bien decís, la postura holística no consiste en no actuar en este mundo, sino en actuar, pero morando desde «ese lugar apacible que nos cobija».
Igual creo que fuiste un poco demasiado severo describiendo a la humanidad como «ratones ciegos chocándose unos con otros». Es cierto que el mundo tumultuoso que nos toca vivir hoy sugiere esa imagen y otras peores 🙁 Pero, bueno, no olvidemos que igual existen las sinfonías de Beethoven, los cuadros de Van Gogh y millones de buenas acciones que los medios ignoran…
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Buenas tardes, perdón por haber reenviado el correo…muchas gracias por su comentario.
Creo, como expresa Jesús, ser sal….esta sustancia cuando se incorpora a la comida, desaparece a nuestros ojos, pero se percibe su presencia al saborear el alimento…. trato humildemente, no es fácil, ser sal en mi familia, en mi trabajo, en donde me toque caminar. Lo que realmente importa, es revelar la presencia de Dios y nosotros abajarnos….hasta desaparecer…..y no prevalecer…..
Bendecido fin de semana.
Hola Gerardo, como siempre, un gusto leerte. Gracias por tus aportes, que constituyen un bálsamo en estos tiempos tumultuosos.
P.S.: No entiando lo del reenvío del correo?
Paz y luz!
Buenas tardes. La existencia de Dios es una realidad inocultable. Dios ES, no fue ni será, no tiene tiempo. En nuestra cotidianeidad, convivimos con nuestro Creador. El, Todopoderoso, insuperable en amor, realizó la creación, de manera perfecta, única, y su obra podríamos decir máxima, es el hombre y la mujer. Del barro, del humus, nos «amasó», nos modeló y lo maravilloso, sopló el hálito de vida, haciéndonos a su imagen y semejanza. Imaginemos un instante esta frase… somos imagen y semejanzas de Dios. Dios cuando pensó la creación, también nos incluyó a cada persona, sólo porque nos ama. En realidad, el ser humano en el contexto de la creación, somos insignificantes, quizás prescindibles; pero esto se contrapone a la esencia de Dios, que nos ama entrañablemente, es paciente, y derrocha MISERICORDIA. El desafío que cada día me propongo es descubrir a la Santísima Trinidad en mi próximo (prójimo), especialmente en el que no cree, el que me genera perturbación, el que no tuvo una buena acción…es más sencillo hallarlo en las personas santas, en nuestros seres queridos…lo complicado humanamente es lo primero. Dios, es omnipresente. Lo reconozco en el mar que me acompaña cuando me dirijo a mi trabajo, en las aves que revolotean por el cielo multicolor de mi tierra patagónica, en el pensamiento que germino en un rinconcito entre piedras y expone toda su belleza, en el viento que nos asola muchos días, en los pacientes, algunos muy intolerantes por sus padecimientos otros más dóciles…en estas personas percibo que es el mismo Cristo que me reclama humildad y caridad. Somos como cita el profeta vasijas de barro, pero lo importante no es negar lo que somos, sino dejar llenar nuestra vasija del Todo, de Dios, y servir, porque en definitiva nuestra vida es un suspiro, y nuestra es fin es pasar (no quedarnos quietos) haciendo el bien, cual lo hizo Jesús (Hch 10 34-38). Cada día le pido a Dios despojarme de mis falsas seguridades, vanidades y anonadarme, hacerme más pequeño, para que El prevalezca en mí, siendo yo sólo un instrumento para su servicio. Perdón si me extendí mucho. Bendecido fin de semana.
Hola nuevamente Gerardo!
Releo tu comentario y me resalta esa intención tuya de práctica espiritual de encontrar a la Santísima Trinidad en todos, especialmente en los que nos generan perturabación: qué loable y qué buena propuesta accesible para todos!!!! Y qué provechosa sería para la convivencia pacífica tan deseable de todos con todos…
Tambi+en comparto tu amor por la Patagonia: viví 7 años en Esquel, y siempre lo extraño!
Abrazo gigante, paz y luz!
Buenas tardes. La existencia de Dios es una realidad inocultable. Dios ES, no fue ni será, no tiene tiempo. En nuestra cotidianeidad, convivimos con nuestro Creador. El, Todopoderoso, insuperable en amor, realizó la creación, de manera perfecta, única, y su obra prodríamos decir máxima, es el hombre y la mujer. Del barro, del humus, nos «amasó», nos modeló y lo maravilloso, sopló el hálito de vida, haciéndonos a su imagen y semejanza. Imaginemos un instante esta frase… somos imagen y semejanzas de Dios. Dios cuando pensó la creación, también nos incluyó a cada persona, sólo porque nos ama. En realidad el ser humano en el contexto de la creación, somos insignificantes, quizás prescindibles; pero esto se contrapone a la esencia de Dios, que nos ama entrañablemente, es paciente, y derrocha MISERICORDIA. El desafío que cada día me propongo es descubrir a la Santísima Trinidad en mi próximo (prójimo), especialmente en el que no cree, el que me genera perturbación, el que no tuvo una buena acción…es más sencillo hallarlo en las personas santas, en nuestros seres queridos…lo complicado humanamente es lo primero. Dios, es omnipresente. Lo reconozco en el mar que me acompaña cuando me dirijo a mi trabajo, en las aves que revolotean por el cielo multicolor de mi tierra patagónica, en el pensamiento que germino en un rinconcito entre piedras y expone toda su belleza, en el viento que nos asola muchos días, en los pacientes, algunos muy intolerantes por sus padecimientos otros más dóciles…en estas personas percibo que es el mismo Cristo que me reclama humildad y caridad. Somos como cita el profeta vasijas de barro, pero lo importante no es negar lo que somos, sino dejar llenar nuestra vasija del Todo, de Dios, y servir, porque en definitiva nuestra vida es un suspiro, y nuestra es fin es pasar (no quedarnos quietos) haciendo el bien, cual lo hizo Jesús (Hch 10 34-38). Cada día le pido a Dios despojarme de mis falsas seguridades, vanidades y anonadarme, hacerme más pequeño, para que El prevalezca en mi, siendo yo sólo un instrumento para su servicio. Perdón si me extendí mucho. Bendecido fin de semana.
Hola Gerardo!
Gracias por tu comentario!
Estoy feliz de que este sitio se pueda constituir como un lugar en el que podamos hablar libre, respetuosa y amorosamente de las grandes cuestiones existenciales: Dios, la Conciencia, el Sentido de la Vida, el misterio de la Muerte, el Bien y el Mal, el Prójimo, los Místicos, los Profetas y los Artistas. Comparto tu alegría de ver a Dios en todas las cosas.
«Dios en el Levante, Dios en el Poniente… Adonde giro mi mirada, veo los rostros de Dios!» (Corán)
Paz y luz y excelente fin de semana!!!
Dios está por todas partes y nosotros, nadando en la abundancia de Dios, corremos en todas direcciones, chocándonos como ratones ciegos en una jaula.
La cosa es aquí y ahora, en ese lugar de nosotros, que sentimos como nuestra casa en nosotros mismos, ese lugar apacible que nos cobija de la locura del mundo y donde somos uno con la Presencia.
Juguemos el juego del mundo, que es lo que nos toca, mientras las voces callan y gritan: Dios!
Querido Rubén,
Qué placer leer esta reflexión; describe exactamente ese lugar del cual habla Meister Eckhart: «en el lugar donde me encuentro conmigo mismo, en ese mismo lugar me encuentro con Dios.» (cito de memoria). Y como bien decís, la postura holística no consiste en no actuar en este mundo, sino en actuar, pero morando desde «ese lugar apacible que nos cobija».
Igual creo que fuiste un poco demasiado severo describiendo a la humanidad como «ratones ciegos chocándose unos con otros». Es cierto que el mundo tumultuoso que nos toca vivir hoy sugiere esa imagen y otras peores 🙁 Pero, bueno, no olvidemos que igual existen las sinfonías de Beethoven, los cuadros de Van Gogh y millones de buenas acciones que los medios ignoran…