Ser filósofo es “hacerse hierofante del mundo entero”; es decir, que el filósofo tiene la obligación de hacer sagrado todo lo que toca. (Proclo, Constantinopla, 412-485)
Cómo te las ingeniarías tú para hacer sagrado todo lo que tocas?
Para reconocer lo sagrado en cada cosa, pienso que es necesario reconocerse latiendo y vibrando al mismo instante que el objeto de nuestra atención, fundirse con él en delicada intención, amarlo y, bendiciéndolo, permitir que sacralice nuestra propia mirada.
Para reconocer lo sagrado en cada cosa, pienso que es necesario reconocerse latiendo y vibrando al mismo instante que el objeto de nuestra atención, fundirse con él en delicada intención, amarlo y, bendiciéndolo, permitir que sacralice nuestra propia mirada.
Querido Rubén!
Gracias por describir con tanta claridad la geografía del hecho místico.Una hoja de ruta para practicar.
Paz y luz!