No creo en las “segulot” (fórmulas místicas judías para atraer la suerte), ni en ninguna otra fórmula mágica. Creo que todo lo que nos acontece, nos guste o no nos guste, viene de la mano de Dios, sea lo que sea, y tiene alguna finalidad para nuestro bien, en esta vida, en otra, o en otro nivel. No creo que se le pueda “torcer la mano” a Dios. Si acepté de Él/Ella/Eso todo lo bueno, la vida, el cuerpo, los talentos, los amores, la familia, la salud, los recursos, la educación, la enseñanza permanente, el juego, los placeres, etc., cuando me gustaban, ¿por qué no voy a aceptar las demás lecciones que me quiera dar? Todo lo que nos sucede está bien. Dios no te da lo que querés, sino lo que necesitás.
Ana Jachimowicz, «Dios Adentro Dios Afuera» (Amazon).
Imagen: Henri S. Thomassin (1687-1741)
Te sucede de pedirle cosas a Dios? En qué circunstancias? Te da resultado?
Hermosas palabras Maestra, muchas gracias por el post
Muchas gracias Ezequiel por tus palabras. Hay un solo Maestro que habla a través de todos nosotros y de todo. Paz y luz!