Somos parte de ese todo que queremos contactar. Por lo tanto, para contactarlo, un camino es simplemente ir a lo profundo de nosotros mismos.
Prof. Dra. Ana Jachimowicz:
¿Qué es el todo? ¿Qué es la parte?
En el mundo de la manifestación, de las cualidades y las determinaciones, la parte es menor que el todo.
En el mundo del Ser, puro Ser, el todo está todo entero en la parte. El Ser está todo entero en todas partes.
El Ser no es divisible.
Por lo tanto, si la parte habita en el Ser, halla al Todo en sí misma.
«Dios está por igual en todas las cosas» (Meister Eckhart, Alemania, s. XIII)
EL TODO Y YO
Dr. Jorge Lowenstein:
Como médico que pretende profesar el humanismo en medicina es la oportunidad de expresar algunos conceptos. El ser no es divisible y como todo ser de este universo los seres humanos somos indivisibles.
Sin embargo, vemos que la medicina actual está cada vez más fragmentada y, con sus múltiples especialidades, no estudia a los pacientes integralmente como un todo. Muchas veces no le prestamos la debida atención a sus sentimientos de angustia y desesperanza, a su contexto psico-social y a su relación con el medio ambiente.
La salud es un estado bienestar físico, mental y social. Del latín “salus” que significa “entero”, se refiere a “sentirse completo”.
Clasificamos a los pacientes por patologías orgánicas o psíquicas, cuando la definición de la salud no es sólo física, sino también emocional, ambiental, social e incluso espiritual. Como seres humanos somos más que la suma de cada uno de los órganos de nuestro cuerpo y además hoy la medicina en general se olvida de que formamos parte de este Universo infinito.
La tecnología es una gran ayuda para el diagnóstico, pero la enfermedad es mucho más que una imagen; en este mundo actual tan complejo necesitamos de una visión amplia que incluya la relación del ser humano con la totalidad del cosmos. Como médicos, por cuestiones de tiempo, de educación, de cultura, de seguir modelos equivocados, nos olvidamos del paciente en su totalidad.
Considero que la herramienta más importante que tenemos para superar esta limitación es la empatía, palabra de raíz griega cuyo significado es precisamente comprender al otro, conectarse, sentirse dentro con una participación afectiva. Tomar conciencia de la conciencia del otro.El que acude en ayuda es el yo de otro yo.
TUS REFLEXIONES, AMIGO LECTOR/A:
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Muchas gracias Gerardo!
Reconforta el alma escuchar a un médico que trata así a sus pacientes, como prójimo, en un enfoque integral que incluye incluso lo espiritual. Así como lo describes, creo que ocurre un proceso de crecimiento, curación y sanación que involucra a ambos, terapeuta y consultante.
Muchas gracias por tu aporte!
Paz y luz!
Buenas tardes.
Muy interesante las reflexiones compartidas.
Mi percepción de la práctica médica, es que en general se ha desviado el foco del paciente (ser humano, persona) a la enfermedad. Es muy común escuchar a colegas (y muchas veces en la inercia caigo) hablar del infarto de cama tanto, como está el colon que operé ayer, etc. y no poner en el verdadero lugar a la persona que está sufriendo una enfermedad. La tecnología que avanza de manera vertiginosa y tanto bien hace a la Medicina, ostenta el riesgo de distanciarnos del enfermo y reducirlo a un conjunto de imágenes, análisis, estadísticas. En mi formación clínica, mis profesores, nos remarcarban el valor de la relación médico-paciente. Escuchar es esencial. Se debe revalorizar y practicar la Semiología Clínica, que hoy ocupa un lugar secundario. Ver, palpar, auscultar, etc son acciones que nos empatizan con el enfermo, más de una vez son parte de la terapéutica. Trato de ponerme en lugar del paciente que asisto, ver en esa persona anciana que acude a la consulta, a mi madre, y esta acción me ayuda a humanizar mi praxis, a valorizar al que está enfrente que tiene una necesidad. Soy cristiano católico, y la fe me ayuda y guía mis actos, cuando me abandono en Dios, porque en realidad somos sólo meros instrumentos para servir a nuestro próximo (prójimo). Es mi humilde aporte, agradezco la posibilidad que me brindan.
Gracias a los Jorges por vuestros aportes tan acertados
Jorge Oseguera es cardiologo Mexicano y le complace que lo identifiquen como “ CORDIOLOGO , poeta y pintor apasionado estudioso del corazón como símbolo y metáfora
Jorge Trainini es cardiocirujano Argentino ,poeta , novelista, filosofo , un verdadero universalista
Ambos comprometidos con el amor al prójimo a través del arte y las ciencias medicas
Sus conocimientos expresados en este foro nos Iluminan el camino que recién empezamos a recorrer en este sitio
El conocimiento en medicina, por tratarse de una ciencia fáctica dedicada a cuidar el dolor humano, adquiere características particulares diferentes al resto de las ciencias. En este aspecto, los sistemas médicos actuales crean estructuras conceptuales en las que se intenta homogeneizar el universo observado y en las que sus unidades toman un valor medio. Esta construcción establece un ordenamiento en que dichas unidades pierden sus características particulares con el fin de lograr una representación del conjunto. Este concepto esgrimido por el positivismo actual se erige en un acto riesgoso para la actividad médica, porque no se debe soslayar la singularidad que ostenta la conciencia de cada individuo. Aquí, se debe legislar en forma individual, con el fin de salvaguardar la propiedad de reacción de cada conciencia y su grado de libertad.
Esta observación debe ser tenida en cuenta por el médico en la adquisición del conocimiento, ya que no se trata solo de adquirirlo, sino de aplicarlo en una conciencia única e irrepetible como es cada paciente. En medicina se utilizan modelos que transmiten un significado, lo cual permite el accionar clínico. Se utilizan teorías, que si tienen cierto éxito, se perpetúan. El enfermo, con el concepto vigente del positivismo, es para la medicina un cuerpo sometido a las leyes de la física clásica descrita hace tres siglos. Sin embargo, en el resto de la ciencia, la mecánica cuántica ha revitalizado a los griegos en su naturaleza múltiple de la realidad. La enfermedad es un proceso abierto, con diversidad de componentes, con eventos de retroalimentación. Lo mismo sucede con el pensamiento médico el cual está sometido a una reorganización continua. Sin embargo, la práctica médica actual, se ejerce de manera fragmentaria, materialista, disciplinada en carácter extremo a valores estadísticos.
Hola JorgeT.
Gracias por tu comentario!
Ojalá este modesto sitio pueda ser una plataforma para ese cambio de paradigma tan necesario que señalas. En efecto, desde mi mirada simplemente como paciente, coincido en que mucho de la medicina que se practica en Argentina en los sistemas oficiales de las prepagas y las obras sociales, se basa en el paradigma mecanicista del siglo XIX. Las medicinas holísticas, energéticas, cuánticas, o simplemente más personalizadas e integradoras, al estar fuera del ámbito académico y del sistema oficial de salud, muchas veces adolecen de falta de rigor y son desacreditadas.
Muchas gracias por tu aporte!
Paz y luz!
Coincido plenamente con lo expresado por mi amigo Jorge Lowenstein.
A mi parecer, la visión holística del ejercicio de la profesión médica, debe incluir, siempre al arte. Dejo aquí, algunas reflexiones al respecto, contenidas en el libro de mi autoría «La otra fuerza del corazón – Proverbiario y algo más sobre el corazón»
– Ciencia, arte y tecnología deben converger y producir una simbiosis indisoluble.
– Ciencia es conocimiento. Arte y ciencia, son sabiduría.
– El arte le da rostro a la ciencia y, así, la humaniza.
– El arte de la medicina es saber lo que mas le conviene a cada paciente, tomando en cuenta, también, sus preferencias.
SALUDO CORDIAL
Hola Jorge
Muchas gracias por tu comentario
Ojalá muchos más médicos compartieran vuestra visión holística de la profesión!
Abrazo.
Paz y luz!