Por lo tanto Dios es a la vez Unidad y Multiplicidad. Tachar de ilusoria a la Multiplicidad es negar uno de los aspectos de lo Divino. Dios es la Unidad y la Multiplicidad.
El aspecto manifestado de Dios nos muestra Multiplicidad, pero sin Separatividad. Cuando el ser humano comprenda esto, la humanidad podrá avanzar a su siguiente paso evolutivo.
Pues podrá por fin «amar al prójimo como a sí mismo».