«No hay ninguna necesidad de templos ni de filosofías complicadas. Nuestro cerebro y nuestro corazón son nuestros templos.»» (Dalaï Lama, China, 1935)
Somos templos vivientes de la Divinidad; El/Ella los diseñó y los mantiene temporariamente en funcionamiento. Cómo es que no reconocemos los templos vivientes que somos, y elevamos toscas construcciones, que aun bellas y magníficas, como el Vaticano, no pueden competir en complejidad y maravilla por ejemplo con nuestro corazón, “Instrumento mirabile Invenzionato dal sommo maestro”, como lo definió Leonardo da Vinci. O con nuestro cerebro, más complejo que mil computadoras.
La Divinidad anima nuestro cuerpo, siendo nuestro propio ser: allí La encontraremos, siempre amante y disponible.
«No hay ninguna necesidad de templos ni de filosofías;Nuestro Recinto es mas que cualquier Espacio Sagrado!,,Por ende con solo Permitirnos que Fluya la Armonia y Serenidad y Ecuanimidad para entrar en Resonancia Espiritual con el Creador,,Namaste!!
🙂
SIN LUGAR A DUDADS; Nuestro Espiritu es el Nucleo de un Sistema Cosmico y el Cuelpo es solo un asteroide que viaja sin Destino!!,,Hasta que Despertamos al Subconciente y Visualizamos la Luz!,,y Redireccionamos la Orbita!!
🙂 🙂 A redireccionar órbitas , se ha dicho!!!!
Somos templos con piernas y con nuestras presencias e intenciones, afines a Dios, podemos bendecir a los templos edilicios y consolar de nuestros yerros a los santos y símbolos que hay en su interior.
Que toda bendición, de donde provenga, sea bienvenida y recibida con agradecimiento, entendiendo ese Uno que somos.
Paz y luz!!!
«Somos templos con piernas»… Inefable Rubén con tus imágenes que conjugan abstracción con realismo!!!:-) Leerte es un placer y nos tiras baldazos de misticismo!!!
Nosotros consolamos a los santos, horrorizados por nuestros pecados??? Me encantó!!!!:-)
Y de acuerdo totalmente: bendigamos y seamos bendecidos a todo y a tod@s… Hablar bien, ver lo positivo de todo… Lamentablemente, en los medios predomina el hablar mal, el «maldecir», y esto envenena nuestra sociedad, volviéndola cada vez más adicta a la basura informativa, y más infeliz…
Somos templos vivientes de la Divinidad; Y con Certeza de Fe, no requerimos de Centros Ceremoniales o Satuarios de Religiones Diversas!! Nuestro Subconciente es el Rector de Luz que nos Ilumina el Entendenimiento,para Nuestra Serenidad y Ecuanimidad,,Emocional!!!
Coincido totalmente con Eduardo.
Me recuerda un poema de Kabir:
“El dios de los hindúes reside en un templo, / el dios de los musulmanes reside en una mezquita. / ¿Quién reside allí / donde no hay templos ni mezquitas?” (Kabir, India, s. XV)
Dios puso a nuestra disposición los templos mucho más vastos de las montañas y los lagos, los mares, los ríos y el cielo.
¿Acaso existen montañas budistas o ríos judíos? Dios no necesita que le pongamos una casa para morar. Al contrario: Él (Ella/ Eso) es la casa que nos contiene a todos.
Sólo un pequeño comentario: en lugar de la palabra «Subconsciente», cuyo uso por Freud se popularizó con un sentido de cierta represión o impulsividad irracional, sugiero la palabra «Supraconsciente», «Yo Superior» o incluso «Alma» (con algunos reparos) para designar nuestro Ser más profundo. Aunque debo admitir que algunos autores, como Jung, identifican el término «Subconsciente Colectivo» como «Dios».
Dante escribió: «Yo no caí del cielo…, Yo subí del infierno!».
Las Cosmovisiones antiguas desplegaban una verticalidad compuesta por Infierno, Tierra y Cielo. Si se realiza una asociación: Cielo/Supraconsciencia, Tierra/ Consciencia, Infierno/ Inconsciente, y acá digo Inconsciente, no Subconsciente porque reservo el término para lo que se encuentra por debajo de la consciencia pero que la misma, cual Rey de Midas, ya ha tocado.
Veo que una vez empezado el trabajo por el Yo-Psicofísico de hacer Consciente lo Inconsciente, este Subconsciente va impregnandose en la Consciencia y Ascendiendo hacia lo Supraconsciente, realizando una Metanoia para el devenir de la Persona en este plano de la manifestación.
Pd: El ejemplo del Rey de Midas lo tomé del libro que comenzé a leer hoy. Porque permite Dios el mal en el mundo? el cual me está gustando :). Gracias!
SI NO RECONCEMOS TEMPLOS PROPIOS?: Se deriva de tanto Egocentrismo con dosis de Narcisistas que solo se escuchan como Poseedores de la Verda?; Error Craso por Cerrar los canales de Luz de Sabiduria entre Fisuras del Alma_Espiritu Propio,,,Abrazos de Luz y mas Contemplacion!!!
No concuerdo con el Dalai Lama, el Templo tiene que ser uno. Al decir que el cerebro es un templo y el corazón un templo, se cae en una dualismo, que puede llegar a ser una posible respuesta a la pregunta de porqué no nos reconocemos como templos vivientes.
Es muy cierto lo que decís, Lucas, desde un punto de vista no-dual estricto.
Pero a veces los místicos, frente a la insuficiencia del lenguaje informativo, se expresan en lenguaje metafórico.
En cierta forma quiere llevar, en un lenguaje accesible, la noción de «templo» de una construcción edilicia en manos de una institución, al propio cuerpo de cada un@, accesible para tod@s.
Comprendo la metáfora del templo. Pero en lo dicho en el texto, nosotros occidentales, no llegamos a comprender como se llegó, en el caso de que así sea, a armonizar esos dos templos. De hecho si emprendemos una observación de nuestra totalidad, se detallarían distintos «Templos».
De acuerdo!!!
El corazón es un organo místico,
El corazón es un templo interior donde convergen las emociones y los sentimientos más profundos.
Es un órgano consciente que responde a las órdenes del cerebro y de la mente pero también a una conciencia superior.
Hablar con el corazón es coincidir con la esencia del otro, superando los límites del ego y abriendo con empatía las puertas del amor.
En momentos de dudas y decisiones “escuchar al corazón” es un buen consejo porque no suele equivocarse. Incluso «fallar» tras haber seguido al corazón en cuestiones existenciales siempre es preferible pues se rige por intuiciones, deseos, ilusiones y sueños.
El corazón es el órgano más sagrado del organismo ( y no porque lo diga un cardiólogo).
Es interesante que lo diga justamente un cardiólogo!
Interesante también la relación entre el «corazón» y la empatía.